Una década negra y criminal

Montse y Paco, culpables confesos

Negra y Criminal cumple diez años. Se dice pronto y fácil, pero se tarda más y es más difícil intentar abarcar la cantidad de libros, autores y lectores que han pasado en ese tiempo por esta librería barcelonesa. Regentada por Paco Camarasa y Montse Clavé, enclavada en el número 5 de la calle Sal, justo a medio camino entre el Mercat de la Barceloneta y el Bar Cheriff, con un sótano misterioso que un día albergó mercancías del estraperlo y hoy almacena libros, Negra y Criminal es una librería aparentemente pequeña, tan pequeña que cabe en todos los corazones. Quizá por eso es mucho más que una librería y se ha convertido en un referente para quienes gustamos de la literatura de género. Como ellos mismos afirman en su web, no son sectarios: en su fondo conviven la novela negra, la policíaca, la detectivesca, la novela enigma, la de espías, el thriller, la no ficción y el suspense; por eso solo tienen un límite: el aburrimiento. Y no es solo esa librería real, sino también un espacio virtual, un centro neurálgico que, en la nube, y sin más interés que el de satisfacer los gustos de esos cómplices en los que inevitablemente se acaban convirtiendo sus clientes, mantiene al día a quienes gustan de esa literatura del lado oscuro.

Sus libreros son libreros de verdad, de esos que han leído mucho y no necesitan consultar una base de datos informática para orientarte en el laberinto de los catálogos: te ayudan a descubrir qué es lo que debes leer y lo que no importa que no leas; te mantienen informado de las novedades que realmente son interesantes; te facilitan el encuentro con aquellos títulos que el ruido mediático te ha impedido escuchar y hacen que te enteres antes que nadie de todo lo que ocurre en torno al género.

Su labor de proselitismo ha convertido a Negra y Criminal en el epicentro de BCNegra, ese encuentro anual en el que se dan cita autores de todo el mundo; pero también ha instituido de las célebres presentaciones de los sábados por la mañana, en las que vino y mejillones salen de la cocina de la librera para combinarse con libros y lectores. Vale la pena entrar en su sitio web y ver los rostros y leer los nombres de los escritores que han visitado Negra y Criminal y han posado ante su puerta. Es una galería en la que conviven emergentes y consagrados, celebérrimos y autores de culto, periféricos y clásicos, pero todos unidos en el buen humor y el afecto con el que parece haber sido confeccionada su mítica camiseta.

Hoy, en este 4 de diciembre de 2012, cuando cumple diez añitos, la Banda de .38 quiere reconocer la incesante labor de Montse Clavé, Paco Camarasa y su equipo, a quienes tantos debemos tanto, y desearle un muy feliz cumpleaños a Negra y Criminal. A continuación van las felicitaciones individuales que desean servir de pequeño homenaje a ese espacio que es más que un espacio, a esos libreros que son muchísimo más que libreros.

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Juan Mari Barasorda, especialista en clásicos policiales, luciendo sus mejores galas

No vivo en Barcelona y nunca he estado en la calle Sal y, sin embargo, siempre quiero volver a Negra y Criminal. Siempre se quiere volver allí donde se es feliz… bueno, y el criminal al lugar del crimen, claro. Una librería, para un lector policial como yo, es un sitio mágico. Una librería virtual pintada con el negro y amarillo del giallo, donde paso horas enredando en el mejor sistema de búsqueda de novela policial y a la vez puedo saborear la gastronomía negra y criminal de Montse sin salir de mi despacho es un lujo Si en los USA dieron en 2003 el premio Raven a The Mysterious Bookshop de Otto Penzler, (30 años de vida en 2012), y en 2011 a otra gran librería como Once upon a crime (15 años ya) por su difusión de la novela policial, ninguna como Negra y Criminal se lo merece a este lado del Atlántico. Todo llegará. Que hoy, en este 10º aniversario, os llegue mi felicitación y mi agradecimiento.

Juan Mari Barasorda

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Los hermanos Bosque, tan pequeños y ya tan frikis

En la primavera de 2002 me apunté a una lista de correo especializada en género negro. Una veintena de personas cuando llegué, más de ciento cincuenta al cabo del tiempo. Entre esos veinte, un tal Paco que parecía saber de lo que hablaba. En diciembre, el tal Paco inauguraba librería en el barrio de la Barceloneta, y un mes después allí estaba yo para comprobar que aquello no era una librería más. Sí, muchos libros, pero también dos grandes personas al frente y, lo que terminó de convencerme, un archivador como los de las películas con una botella de tequila reposado en su interior. Que no tardó en ser catado, por cierto. Esta noche, a falta de tequila, me tomaré un chupito de orujo a vuestra salud, Paco y Montse.

Ricardo Bosque

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El también llamado Cruce echando un cable en la librería durante una jornada de firmas

Os llevo felicitando desde que os conocí, desde que el verano de 2006, uno, de «Rodriguez», se acercó a su segundo hogar: Negra y Criminal. Allí recibí el calor humano más grande que he sentido en mi vida, algo que lamentablemente se ha perdido, y que en estos días tan ajetreados para vosotros, se va transmitiendo de persona a persona.

Existe un Premio Carvalho porque existen personas como Paco y Montse y todos los buenos amigos que rodean a la pareja negrocriminalera, no de la Barceloneta, sino de toda Barcelona y, esperemos, pronto de todo el país. Para mí, a pesar de todos los autores que pasen, de todos los actos que se celebren me queda una cosa más importante, la amistad. Negra y Criminal, es un monumento humano, conocida por todo el mundo, SÍ.

Pregunten a escritores como Barry Eisler, Donna Leon, Petros Markaris…

Si fueras a Barcelona, ¿dónde me recomiendas ir? Respuesta rápida: a NEGRA Y CRIMINAL.

Un saludo, amigos.

José Andrés , el llamado Cruce de Cables

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Jokin Ibáñez presumiendo de camiseta en la capital del Imperio

¡Diez años! ¡Y seguimos con el mismo vicio! Diez años con librero y con librera.

Y con los libros llegaron las presentaciones, vino negro, que no tinto, los premiados y los no, los lectores, ese whisky y ese jazz (que no es ni hard bop ni jazz-rock), camisetas, ron, mejillones y demás. Ya lo veis: ¡esto es un crimen!

Felicidades a Paco y a Montse, a la Negra y al Criminal. Un beso para ella y un abrazo para él. O viceversa. Musu bat! Petonets!

Jokin Ibáñez

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Francisco José Jurado, a las puertas del paraíso negrocriminal

Pisé por primera vez la librería un frío 10 de febrero de 2010, en el marco de la Barcelona-Negra de ese año, a la cual acudí invitado por Paco para participar en la Mesa «Colecta en castellano». Yo sólo había escrito una novela, «Benegas», y creía que a este tipo de eventos invitaban a todo el mundo. Por lo que se ve, era un tipo demasiado ingenuo. Es lo que tiene ser de provincias. Tras la conferencia en la Biblioteca de la Barceloneta, regresamos a la librería. Cuando me vi en Negra y Criminal firmando ejemplares junto a gente como Ian Rankin (Premio Pepe Carvalho de ese año), Francisco G. Ledesma, Domingo Villar o Anne Holt, me di cuenta de la importancia de haber posado con mi camiseta en la puerta de este sancta sanctorum noir. Y es que, siempre lo digo, yo fui a BC-Negra siendo un pardillo, un chaval que acababa de debutar en la literatura pero aún no sabía muy bien de qué iba todo esto. Y salí de allí convertido en escritor.
Así que, queridos Paco y Montse, gracias por existir y por mantener el empeño de esta pequeña librería. En estos tiempos de tanto mercantilismo, sois más necesarios que nunca.

Francisco José Jurado

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Paco Camarasa, Jesús Lens y Francisco J. Ortiz

Dado que no resido precisamente cerca, solo he estado en Negra y Criminal dos veces de cuerpo presente: la primera, cuando me llevó a conocerla un gran difusor de la literatura de género, Juanma Santiago; la segunda, como una actividad de un curso sobre novela y cine negro de Els Juliols de la Universidad de Barcelona en el que participé como profesor. Pero gracias a su web, su lista de correo y sobre todo su presencia en la Semana Negra de Gijón, de la que fui y espero volver a ser habitual, la considero una de mis librerías predilectas, y a Paco Camarasa y Montse Clavé como dos libreros de cabecera; añadiría que también como dos grandes amigos, si no fuera porque ambas cosas vienen a ser lo mismo. Felicidades, Negra y Criminal, por esta década, que espero sea la primera de muchas más.

Francisco J. Ortiz

Los meses pasan. Todos distintos, diferentes y, a veces, contradictorios. Vivir, sin embargo, conlleva participar de una serie de ritos ineludibles que se padecen con insoslayable regularidad. Las facturas, las llamadas a deshoras de las teleoperadoras, los programas deportivos en la radio… Por fortuna, también llegan la nómina, los mensajes de los amigos y las carreras y los partidos de baloncesto. Pero uno de los ritos que, mes a mes, me producen más satisfacción y placer, desde hace diez años; es abrirle la puerta a ese mensajero que trae consigo algo tan aparentemente sencillo como un paquete. Un paquete con libros. Una caja que proviene desde un lugar tan mágico como improbable: el Callejón de la Sal, esa auténtica Isla del Tesoro que los bucaneros Montse y Paco han erigido en la Barceloneta. Por ello, por hacer mi vida más Negra y Criminal, más excitante, emocionante y hermosa: ¡gracias y muchas, muchas felicidades! Os quiero.

Jesús Lens

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Un trío letal: Camarasa-Argemí-Ravelo

“Reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure”. Siempre que pienso en Montse y Paco y en Negra y Criminal recuerdo esas palabras de Italo Calvino. Yo, juntaletras ultraperiférico, afrocanario (Camarasa dixit) y casi inexistente, he encontrado en la calle Sal una puerta abierta, una mano tendida y un microcosmos bibliográfico a través del cual ellos siempre me han guiado con un afecto que acaso no merezca. No tengo vino a mano, así que cojo un vaso de Ron Aldea (ellos saben por qué) para brindar por Negra y Criminal y desearle muchos y muchos y muchos más años felices de calor y literatura.

Alexis Ravelo

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Y de parte de toda la Banda…