«Cuerpo a tierra», de Jacques Tardi, por Francisco J. Ortiz

Francisco J. Ortiz

A Jokin Ibáñez, que me descubrió a Tardi
cuando todavía no era demasiado tarde

Todo empezó con Manchette. Al menos en lo que a Jacques Tardi y su adhesión al género negro se refiere: el conocido hoy como uno de los más importantes autores de la bande dessinée, creador de la célebre Adèle Blanc-Sec y responsable de obras indispensables como ¡Puta guerra! o El soldado Varlot, fue el encargado de dibujar en 1977 el primer y único guion de cómic escrito por Jean-Patrick Manchette, ya entonces uno de los novelistas más populares del llamado polar (esto es, la novela negra francesa). El resultado fue Griffu, un título que sigue ganando adeptos con el paso del tiempo.

Aunque durante aquel mismo año ambos autores intentaron adaptar otra novela del primero, Fatal, el cómic quedaría inconcluso. Lamentablemente no volverían a colaborar nunca más… si bien, tras la muerte del escritor en 1995, Tardi siguió siéndoles fiel a ambos: al escritor y al género. Dejando a un lado las populares adaptaciones de las novelas de Léo Malet protagonizadas por Nestor Burma, el autor de historietas adaptó Le petit blue de la côte ouest de Manchette (en España, Volver al redil) una década después de la defunción de este; el resultado, Balada de la costa oeste, ya pudimos leerlo puntualmente hace un lustro de la mano de Norma Editorial.

Ahora, también publicada por Norma -de hecho, la encargada de ir publicando en nuestro país toda la obra de Tardi-, podemos disfrutar en castellano de la última obra que muestra a Manchette y a Tardi formando equipo creativo en su cubierta: Cuerpo a tierra. Así se tituló en España la novela que se adapta aquí, y cuyo título original La position du tireur couché alude a la postura propia de un francotirador: tirado en el suelo, boca abajo. Cuerpo a tierra. Esa y no otra es la posición que debe adoptar muchas veces el protagonista del relato en el desarrollo de su trabajo: Martin Terrier es un asesino a sueldo que mata por encargo de una organización que lo reclutó años atrás cuando militaba en el ejército. Buscado por la Policía francesa, que lo considera un premio gordo, se dice de él que fue formado como asesino por la KGB soviética y la Dirección General de Inteligencia cubana, además de en los campos de Palestina… aunque el relato especula con que toda esta información podría no ser veraz.

Y es que Cuerpo a tierra, por más que incluya alguna que otra digresión acerca del pasado de Terrier intentando explicar sus motivaciones y su naturaleza, es un relato que se construye en presente puro y duro a golpe de balazos: poco sabemos de un hombre que, como el samouraï encarnado por Alain Delon en El silencio de un hombre de Jean-Pierre Melville, se muestra como un individuo de pocas palabras que prefiere la acción para expresarse. De hecho, el relato alcanzará un episodio en el que este asesino a sueldo dejará de hablar por completo y se verá obligado a comunicarse por escrito.

Como puede verse, un elemento como el humor no falta en las páginas escritas y dibujadas primorosamente por Tardi, aunque lo que predomina finalmente en Cuerpo a tierra es la violencia seca y sin concesiones que siempre caracterizó la obra de Manchette. De hecho, un experto en novela negra y cine policíaco como François Guérif revela en el prólogo del presente álbum que Manchette le comunicó en una carta a su amigo y colega Pierre Siniac su voluntad de que Griffu -su única incursión como tal en el noveno arte, no lo olvidemos- tuviera la impronta brutal y directa de El beso mortal (Kiss Me Deadly), la película de Robert Aldrich basada en una novela de Mickey Spillane… Dos autores ambos, cineasta y escritor, a los que tampoco les iban precisamente las medias tintas.

Al parecer, algo quedó de aquella intención en la novela cuya adaptación nos ocupa ahora. Así, el lector de este Cuerpo a tierra no debería esperar la sofisticación mostrada por Tardi en otros títulos suyos, como en el ciclo de álbumes de Adèle Blanc-Sec o en esa obra maestra incontestable que es El secreto del estrangulador (otra adaptación, esta vez de una novela de, precisamente, el citado Siniac). Lo que aquí ofrece Jacques Tardi, poseído por el espíritu de Manchette, es un puñado considerable de cadáveres apilados uno sobre otro de la primera a la última página, la cual se cierra con una viñeta tan emotiva como atrozmente desoladora, cargada de una poesía sutil que adapta a un autor no precisamente dado a las sutilezas.

Cuerpo a tierra
Jacques Tardi (guion y dibujo, según la novela de Jean-Patrick Manchette)
Norma Editorial

3 comentarios en “«Cuerpo a tierra», de Jacques Tardi, por Francisco J. Ortiz

  1. Pingback: “Sherman”, de Stephen Desberg y Griffo, por Francisco J. Ortiz | Revista Calibre .38

Deja un comentario