«Siete crímenes casi perfectos», de Rafael Reig, David Torres, Ángel García Collantes y Beatriz de Vicente, por Noemí Pastor

Noemí Pastor

Trata este libro, que no es ficción, de una asesina y seis asesinos españoles bastante mediáticos: la envenenadora de Melilla, el matamendigos, el mataviejas, Nanysex, el de Valdepeñas, el depredador itinerante y el francotirador de León. Cada uno corresponde, más o menos, a un prototipo de criminal recurrente.

Os cuento lo que no me ha gustado, lo que sí y lo que no sé si me ha gustado o no de este libro.

Lo que no me ha gustado:

  • La prosa jurídica. No puedo con ella, no puedoooooo. Si de mí dependiera, penaría con cárcel los gerundios agramaticales y el uso de «mismo» como deíctico. Y qué decir de los posesivos afectivos: «nuestro Código Penal», «nuestra Carta Magna». Oh, dioses, para calificarlos solo se me ocurren insultos, así que mejor no digo ná.
  • Al hilo de lo anterior, sobran los apartados sobre las sentencias que condenaron a estos asesinos. No aportan nada al relato, resultan pesadas y repetitivas y, además, en dos casos no aparecen: en uno porque el itinerante fue juzgado en Francia y la justicia francesa no la ha proporcionado; y en otro porque el criminal no fue juzgado, ya que murió en el tiroteo que él mismo inició.
  • Sobran, of course, los topicazos sexistas del capítulo sobre la envenenadora de Melilla, del tipo ¡cómo pudo esta madre monstruosa asesinar al fruto de su vientre! Estas cositas para el siglo XIX estaban bien, pero a partir de 1899 ya empiezan a turrar.

Lo que sí:

  • He aprendido a precisar un poco más qué es un psicópata, un pederasta, un pedófilo… Culturilla general, o sea.
  • El libro no es morboso, no se revuelca en el barro gore, con lo a güevo que lo tiene.
  • El trueno de la envenenadora de Melilla, el síndrome de Münchaussen y los fascinantes componentes de género en los crímenes, algo que también le ocupaba la cabeza a Claude Chabrol, como hizo ver en su película Violette Nozière, basada en la historia de una asesina real del mismo nombre.
  • Incluye un minirrepertorio internacional de criminales que abre vías de investigación sobre ficcionables, como por ejemplo, Michel Fourniret, una bestia parda a la que le tengo ganas desde hace tiempo.

Y lo que no sé si me ha gustado o no: he pasado un miedo atroz. Mira que la ficción no me suele afectar; rara vez me impresiona una novela, pero esto que sucedió de verdad me ha acojonado viva. Lo mismo me pasa con las pelis de nazis, que me muero de la angustia y no he visto la lista de schindler ni nada. Cobardica que es una, qué le voy a hacer.

Siete crímenes casi perfectos
Rafael Reig, David Torres, Ángel García Collantes y Beatriz de Vicente
Debolsillo

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